El estudio Ghibli es único en su especie: la animación tradicional. Sus películas son de una belleza, una sencillez visual y una complejidad argumental que las convierten en obras de arte, sin excepción. Es lo que pasa con este maravilloso film sobre la depresión infantil, los recuerdos, la presencia de aquellos que nos amaron y se fueron, la familia, el amor, la muerte… Todo en ella es extraño, sutil, por momentos triste, hasta que, al final, todo se revela profundamente luminoso.
La historia: Anna es una chica solitaria, sin amigos, que vive con sus padres adoptivos y que está pasando por un momento de honda depresión. Un día es enviada con el señor y la señora Pegg, a un pequeño pueblo retirado del bullicio de la ciudad. Allí se convertirá en la mejor amiga de una chica llamada Marnie, que vive en una casa abandonada a la que todos recomiendan no ir. Su relación se hace cada vez más estrecha, pero Anna se va dando cuenta, poco a poco, de que Marnie no es quien parece...
Los valores de esta película: la amistad, la depresión en los niños, los recuerdos, la familia, la presencia misteriosa de los que nos dejaron, la fantasía, la sencillez, las apariencias y la realidad, el amor.
Una película infantil muy recomendable para adultos, que enseña a mirar la vida desde el misterio, y a ver en las cosas y en la gente mucho más allá de lo que se muestra.