Hoy la Verdad ha sido condenada,
Camino de una cruz clavada en tierra.
El látigo del odio y de la guerra
ha dejado mi Vida desolada.
Hoy Pilatos lava en sangre sus manos,
y Occidente proclama indiferencia:
pide la cruz, gritando sin clemencia,
para el Hijo, hiriendo a sus hermanos.
De los sin voz mis lágrimas, abrazo,
mis manos en la noche, luz del día.
El ser de Eva alivio en mi regazo.
Soy la Madre del pobre que confía
en medio de la cruz, entre mis brazos.
Soy puerta de la Pascua, soy María.
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